jueves, 28 de mayo de 2020

Catorce días

mayo 28, 2020 0 Comments

Abrázame, abrázame
Que el sol se va y hay que volver
Abrázame, que tengo miedo
A no volver, a no volver
LODVG


Han sido días muy duros los que no has tocado a todos vivir. De repente nos atrapo la “pandemia”, nos separó de los nuestros; en especial de los más vulnerables; re definió la realidad.

A mí me agarró viajando; por aquello de no perder la costumbre; y me toco abortar un viaje y a toda prisa regresar a mi país. Llegue para sumarme a las estadísticas de los que tendrían que hacer 14 días de purgatorio domiciliario.

Este diario no solo incluye algunas de mis vivencias y pensamientos en esos 14 días, también recoge la de colegas, amigos, familiares y nuevos extraños post viaje.

Día 1 2:33 am-Después de tres aviones, seis horas de “layover” en Barajas, quince horas de vuelo y dos interrogatorios post viaje llegue a casa. Corrí a la ducha, abrí la llave; lloré, lloré, lloré..

Día 2-Atrás quedo Suiza, la ropa de invierno, desempaco y encuentro más recuerdos. Me transporto, vuelvo a llorar. Vuelvo a cerrar la maleta, suspiro me tumbo en la cama. Mañana será un día mejor.

Día 3-Tengo miedo de enfermar y estar sola. Busco en el móvil las fotos de los Alpes del lado de Suiza, respiro y cierro los ojos, regresé. Decido abrir por primera vez el balcón del apartamento, un arcoíris me sonríe.

Día 4-Después de dos días pintando mandalas, prendo la computadora; ha sido mi único intento formal de regresar a la realidad. No funcionó, subo el volumen de la música, me tumbo en el sofá.

Día 5-Repaso mi mapa de viajes,  a donde fui, a donde volveré y que me falta por ver.

Día 6-No he hecho nada más que estar en el sofá, mirar el atardecer y escribir. Escribir me cura, lloro, sigo escribiendo y lloro. Me he tomado mi primera selfie de cuarentena. No me reconozco.

Día 7-Toca trabajar, me he metido a un seminario virtual, leyes nuevas, cambios por todos lados. Los clientes llaman pero no quiero atender. Un hermoso atardecer me acompaña.

Día 8-Mi sobrina de tres años me ha hecho una video llamada, me ha hecho sonreír tanto que y los ataques de pánico se han asustado y se fueron.

Día 9-Vuelvo a los mandalas, pecho apretado, lagrimas a granel, Sanz me acompaña.

Día 10-Repaso mis fotos de Marienplatz, lloro; me hizo falta más tiempo para apreciarle. He cocinado tres veces, casi como todo un adulto funcional.

Día 11-Me tomé un minuto para escribirle algo bonito al Universo, solo Él lo sabe.

Día 12-Mi sobrino de cinco años me ha hecho una video llamada. Ya se puede acabar el día, nada va a superar su sonrisa.

Día 13-Café, incienso, música y lectura. Hoy solo estoy para mí.

Día 14-Instagram me recuerda mi viaja a New York en 2016, extraño a mi familia. El maldito COVID no me dejara visitarle por ahora. Recordar es vivir, solo si vives en el pasado.





La despedida

Foto por Igor Starkov No estaba listo para una nueva relación, mucho menos para amarla. Consternado con lo que sentía, emprendió la despedid...